Sentimiento Monumental- El blog que juega para River- Buenos Aires- Argentina CLUB ATLETICO RIVER PLATE
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Fùtbol
OTRO GRAN RIVAL Y OTRO NUEVO TRIUNFO
El monumental se vistiò de fiesta por segunda vez consecutiva desde que Àngel Cappa es el director tècnico de River. El millonario derrotò por 2-1 a Vèlez y de esta manera sumò tres importantisimos puntos de cara a la pròxima temporada.
Nuevamente la cita futbolistica para toda la gente de River daba lugar en Nùñez, y de noche. De manera què en esta oportunidad la gente concurriò en un nùmero mucho mayor què en el encuentro ante Newell's en el què el elenco por aquellas fechas dirigido por Leo Astrada River habìa jugado un lunes poco tiempo pasado del horario laboral. Linda manera de comenzar el fin de semana para muchos argentinos, jugaba River, con un aire nuevo, con un aire expectante como lo es y serà cada enfrentamiento de la banda de aquì en màs, porque se hace muy difìcil empañar la victoria que se obtuvo dos semanas atràs frente a Godoy Cruz, en el ràpido debùt de Cappa en el banco de suplentes, luego de la derrota sufrida en cancha de Quilmes a manos del actual lìder del torneo, Estudiantes de La Plata, que venciò al millonario con un gol en contra de Facundo Quiroga, en donde, de no ser por las palabras cruzadas entre Desàbato y Ortega, de nada se hubiera podido hablar de este encuentro, ya que no tuvo mayor trascendencia a lo largo de los noventa minutos y Estudiantes de La Plata tuvo la suerte de encontrar el tanto del triunfo y mantener el dominio de la pelota en el segundo tiempo, actitud totalmente comprensible debido a que el elenco dirigido por Alejandro ''pachorra'' Sabella se encuentra a muy poco de ser campeòn de nuestro fùtbol argentino y con grandes aspiraciones de acceder a los cuartos de final de la Copa Libertadores, pero bien, todos estos son solo datos anècdoticos, ya que en estos momentos nada apaga las ilusiones del hincha de River, que se autoconvocò una vez màs en ''la esquina de la pasiòn'' en Figueroa Alcorta y Udaondo y en cada rincòncito del monumental para ver una vez màs la gloriosa camiseta de River florearse por el verde cèsped, pero, lo lindo, lo hermoso (sin exagerar) fue el regalo què los hinchas terminaron observando.
Pasaron solamente diez minutos del primer tiempo, què el chico Àlvarez anotò el 1-0 parcial para los dirigidos por Ricardo Gareca tras un pase en profundidad que, con mucha certeza definiò ante la ràpida pero insegura salida de Daniel Vega que de todos modos tuvo una noche sencillamente brillante ante cada intercepciòn en la noche riverplatense. El gol, no cayò en el equipo como un balde de agua frìa como tal habìa ocurrido en la cancha de Quilmes, y es por eso què se siguiò con el control de la pelota, y, Ariel Ortega consiguiò crear situaciones de gol como lo ìndica su funciòn, tuvo su quiebre de cintura como lo es habitual, por las bandas, Facundo Affranchino y Roberto Pereyra pudieron desnivelar con constancia, y, sin tanta suerte pero si con mucho esfuerzo, Funes Mori tuvo ocasiones como para quebrar el triunfo parcial del visitante. E
El empate llegò por intermedio de Paulo Ferrari, una vez màs, y por cuarta vez en este torneo el lateral millonario surgido de las inferiores de Rosario Central volviò a mostrar todo su oficio a la hora de subìr y bajar por los laterales, y, como si se tratara de un delantero màs definiò con mucha sutileza al segundo palo del arquero y decretò en gol un cambio de frente muy bien realizado por Ariel Ortega, que se llevò una tormenta de aplausos de toda la platea que vio a la perfecciòn como Ariel le empezaba a poner mùsica al empate millonario, asì, nos vamos al descanso para el final del primer tiempo.
El complemento no vio a un Vèlez como un equipo destinado a ser el principal testigo de la recuperaciòn futbolìstica de River ni mucho menos, no habìa sector del campo de juego que se pudiera transitar con facilidad y esto obligò al punto de que Matias Almeyda tuviese que hacer las veces de carrilero para hacerle llegar ràpido la pelota a Pereyra o Affranchino, y en varios intentos, se probò desde media distancia la moral de Vega y el uno millonario respondiò a la altura de las circunstancias. La emociòn màs grande, llegò sin lugar a dudas a los 81 minutos cuando, tras una serie de toques ràpidos y con mucha paciencia, un centro y como resultado final una bajada de pelota de Diego Buonnanotte, què en el corazòn del àrea definiò fuerte al segundo palo y provocò el abrazo de todo el mundo River, no solo porque los jugadores concretaron ese abrazo de gol que tanto hacìa falta, sino porque tambièn la familia riverplatense volviò a unirse en un grito de gol, en un momento agònico, y, como en el principio de esta nota, ante un gran rival.
