LA PASION NO DESCIENDE

UNIDAD: PARA SALIR ADELANTE DE LO MAS DIFICIL

Las horas más dolorosas para todos los hinchas del club más grande de la República Argentina son estas. Definitivamente para todo el mundo River ocurrió lo que quizá, hace poco tiempo atrás nadie imaginaba, ni el más optimista hincha del eterno rival o el más pesimista de los nuestros, hablamos de un descenso a la segunda categoría del fútbol argentino.

Una segunda categoría de la que ahora hablará el mundo entero más que nunca, porque ha caído nada menos que el equipo dueño de la ''Casablanca'' del fútbol argentino, el Real Madrid de Sudamerica, y de esta manera se ha sumado a la lista de pocos, pero importantes equipos a nivel mundial que han -al menos una vez- bajado de categoría, entre los que se encuentran, aunque cueste creerlo, el Manchester United; si, el Manchester United.

Esa enorme institución que también, al igual que River, posee un museo de la pasión, es una entidad a nivel social, dueña de grandes logros tanto a nivel local como internacional, último campeón de la Premier League y subcampeón de Europa y que mantiene desde hace ya una gran cantidad de años a un solo director técnico, situación que casi en ningún lugar del mundo sucede y en América Latina muchísimo menos, se trata de Sir Alex Ferguson.

River afrontará una dura etapa, en donde deberá volver a recorrer todo el territorio nacional para enfrentar a equipos como Guillermo Brown de Puerto Madryn, Boca Unidos de Corrientes, y Desamparados de San Juan, este último sabe lo que es jugar en primera, y fue goleado por River en sucesivas oportunidades en el tramo de la primera división. Estos equipos mencionados merecen muchísimo respeto, porque cada uno de ellos tuvo que pasar también muchas situaciones duras antes de poder ganarse su plaza dentro de la máxima categoría del ascenso, aunque duela, hay que mirarlos fijo, analizarlos, y ganarles. Siempre con respeto, pero hay que hacerlo, porque la visión siempre tiene que ser para adelante, como en todo orden de la vida.

Por eso, en esta editorial tan dura pero que espero sirva a la reflexión, invito al hincha de River a esperar con su lógica bronca, ansiedad y llanto el próximo semestre, pero con respeto y dignidad gritar los goles como River lo merece, a lo grande, porque lo que nunca descenderá, será la pasión, serán las ganas de seguír creciendo y volver al lugar del que nunca se tenía que haber ido, y salír del que nunca debía ingresar. Invito al hincha de River a seguír alentando, a dar la única mano que puede dar, -o las únicas- porque River es un grande, también en el plano social, como esos gigantes de alrededor del mundo que también descienderon alguna vez, pero que luego, llegaron a ser grandes reyes de esta historia contemporanea en el fútbol mundial. La pasión, no desciende.

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