DEMASIADA PRESIÓN

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DEMASIADA PRESIÓN
La dura caída que sufrió River a manos de Atlanta el pasado domingo, acrecentó muchas dudas en el equipo dirigido por Matías Almeyda. El millonario afrontará dos jornadas vitales en su lucha por permanecer en el lote de los equipos que buscan el ascenso; Huracán e Instituto.

Tiene que jugar casi todas las fechas antes que el actual puntero del torneo, Instituto de Córdoba. Lidiar con el irregular sistema táctico en el que figuran Alejandro Domínguez, Fernando Cavenaghi y Davíd Trezeguet. Comparte el segundo puesto de la segunda división con Rosario Central que ganó con lo justo como local, perdió ante un Atlanta potenciado por un confuso equipo y encima, enfrenta al difícil Quilmes en el marco de la Copa Argentina, en San Juan. Son un conjunto de tensiones que hacen que este tramo final del certamen se etiquete como muy difícil para todo el mundo River. Es verdad, se puede salír adelante, es prematuro para hablar de que no se puede lograr una seguidilla de triunfos y despegar, pero para eso, River necesita resolver los ítems que se le presentan, para poder desterrar esta dura derrota ante Atlanta en el olvido y comenzar a sumar para volver a ser. 

-Los sistemas tácticos: El mediocampo de River por momentos parece perdido, lo que en algún momento fue de lo más solido del equipo de Almeyda; conformado por un doble cinco con Cirigliano y Aguirre, más Ocampos y Sánchez como laderos, perdió su brújula con el paso al 4-3-1-2, en donde el chico de Ciudadela debió dejar la cancha para que esta quede liderada por Leonardo Ponzio, que se sientía muy bien a la hora de distribuír el fútbol, pero nunca tuvo un sello a la hora de la marca, muy necesaria hoy en el fútbol argentino. Los resultados no son los mismos tampoco en lo individual, y eso lo se gráfica en como están jugando Carlos Sánchez y Lucas Ocampos. La poca recuperación que hay en la mitad de la cancha con un Ponzio que hace de conector con Domínguez y un Cirigliano que espera su oportunidad, al igual que Aguirre -ambos tendrán un proceso para adaptarse nuevamente a lo que pudieron brindar-. 

Se vienen dos partidos que ya dejan de lado su mote de importantes para transformarse en vitales. Hablamos de Huracán, el próximo sábado desde las 17.00 en Núñez y del otro choque que lo tendrá a River también recibiendo en calidad de local a Instituto de Córdoba, puntero del torneo, que tiene una luz de ventaja por como juega, porque aprovecha los errores ajenos, que no es perfecto, pero que goza más de lo que padece y por esa razón se encuentra como líder de la B Nacional. En primera instancia River enfrentará a un compacto Huracán.

''¿A quién sacás?'' Esa fue una de las respuestas más resonantes que dio Alejandro Dominguez esta semana en su rueda de prensa brindada en Ezeiza. El actual enganche de River salió a dar sus versiones acerca de porque se perdió ante uno de los último equipos de la competencia y declaró que Matías Almeyda es quien arma el equipo, y que uno deberá salír en caso de que se cambie el sistema de juego propuesto por Matias Almeyda, que ya dejó en el banco a Rogelio Funes Mori y en otro de los casos, podría sacarlo a el, o a Fernando Cavenghi, entonces ante ese planteo, pidió prudencia y paciencia para que Almeyda forme el equipo que enfrente a Huracán.

Además, River tampoco descuida el frente de la Copa Argentina. Matías Almeyda no le resta importancia a la recta de final del torneo federal, en donde se medirá ante Quilmes, en el Estadio Bicentenario de San Juan, el miercoles desde las 22.00. Un triunfo en este viaje, le daría un aire de oxígeno al Millonario, tras la dura derrota con el gran gol de Lorefice.

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Leandro Chichizola, Andrés Ríos, Martín Aguirre y Ezequiel Cirigliano entre otros, se prepararon para este partido con fútbol en espacios reducidos en la cancha principal del Anexo Ezeiza, bajo la atenta mirada de Almeyda.    


¿Seguirá Almeyda, usando el 4-3-1-2 también contra Quilmes? El equipo alternativo que venció a Sportivo Belgrano por los 16avos de final nunca jugó con un sistema diferente a las dos líneas de cuatro. 




Son muchas preguntas para pocas respuestas. Algo que se hizo una postal desde que arrancó el segundo semetre de River en la segunda categoría de nuestro fútbol. Los próximos partidos frente a Quilmes, Huracán e Instituto pueden marcar una tendencia. Almeyda tiene material para sacar adelante esta situación, pero necesitará pensar y mucho en el rearmado de ese rompecabezas que terminó de desacomodar Lorefice con su gran gol, y Luís Roldán con todo su equipo, el pasado domingo en la cancha de Vélez. ¿Intentará volver a las dos líneas de cuatro, es el momento indicado?. El tiempo de entrenamientos y el rendimiento de cada uno de los jugadores durante esta semana nos darán, al menos, esa única respuesta. Salgamos caminando, pero vamonós de aquí. Porque hay, demasiada presión. 


Blanco, Roberto Adan
Periodista.