Thursday, February 14, 2013

Y QUE MÁS POR ESTE AMOR

Fútbol 
Editorial 
Y QUE MÁS POR ESTE AMOR
El 14 de febrero se conmemora alrededor de todo el mundo, uno de los días más especiales del año y tiene que ver con que miles de parejas en todo el planeta renuevan sus votos de amor. River Plate, esa herencia de más de 15 millones de argentinos, no está ajeno a este hermoso sentimiento.

Enamorados es el título y es simple. Estamos enamorados de su historia, estamos enamorados de esos recuerdos tan hermosos que cada uno de los que alguna vez cometimos una gran locura para ir a la cancha y alentar en una popular, cantando por el amor a la camiseta sea cual sea el resultado y, como todo amor en muchas ocasiones enojados, distanciados, pero siempre con un solo motivo: Volver a ser, volver a restaurarse y comenzar de nuevo ese camino llamado gloria, y que poco a poco y cada uno del lugar que les tocó ocupar fueron partícipes, llevaron durante 363 días una mochila muy pesada y todo, absolutamente todo, en pos de defender esa historia que tan grandes nos convierte a todos, para que con cada paso, las huellas hacia el futuro vayan borrando el magro presente.

¿Qué el amor para toda la vida no existe? Si, es una frase que está en el común de la gente y a veces las desilusiones constantes que nos suele presentar la vida lo confirman. Pero, también esas circunstancias se pueden romper, cediendo a aquellas cosas que solamente le hacen bien a un individualismo, y no responden al amor porque este es compartido y para el amor se necesitan dos, o en este caso, como el amor por una institución que a muchos de nosotros nos ha hecho felices desde pequeños, es un amor que se construye y se fortalece y para ello, se necesitan muchos, millones de latidos. Esos latidos, esos corazones latieron más que nunca en estas últimas décadas, que lo tuvieron al Millonario en momentos horribles dentro de nuestro fútbol argentino y ejemplos sobran: Perdiendo partidos increíbles, siendo eliminados de manera muy injusta de diferentes certámenes internacionales, derrotas ante inhóspitos rivales, un histórico y último puesto y hasta de un doloroso e inolvidable descenso a la Primera B Nacional. Sin embargo, a esa pregunta yo le canto truco, y si me canta quiero; yo le canto quiero re truco... ¿yo solo? No. Más de la mitad de la República Argentina lo hace y muchos hermanos que se encuentran por diferentes situaciones de la vida en países de todo el mundo y aun así, personas que pese a llevar en su corazón la bandera de otro país, han estado al tanto y se han enamorado de la banda roja cruzada de izquierda a derecha, sobre el blanco pabellón... Y así, la familia fue creciendo más y más.  

El amor muchas veces provoca peleas y rupturas que en la gran mayoría de esos casos, son irremediables. Una de las peleas más grandes, al menos que haya visto, se pudo ver en el que considero fue el peor domingo de nuestras vidas. El 26 de junio de 2011, Belgrano de Córdoba le empataba a River en el Monumental y las chances de que el Millonario permaneciera en Primera División ya eran algo más que escasas y la furia, desazón, bronca y demás sentimientos contrarios se hicieron eco en muchas personas que desataron toda su furia, lágrimas y arrasaron con todo lo que tenían a su paso, pero muy lejos de defender aquél acto, los hinchas genuinos saben muy bien que se hizo porque nadie, absolutamente nadie entendía como se pudo abandonar el barco, como se pudo dejar tan solo a River y abandonarlo al punto de dejarlo hundirse en ese triste sufrimiento. Ahora bien, las peleas, son muchas veces en pos de solucionar problemas, de comenzar de nuevo, levantar la cabeza y seguir adelante, recobrando fuerzas y esperanzas. 

Durante 363 días estuvimos soñando y estoy seguro que muchos estuvieron en mi posición de insomnio ante cada traspié del Millonario, pero siempre con el mismo objetivo en la mira: VOLVER A SER. Enamorado aun más de este sentimiento, pude ver como la gente de River fue acompañando en cada circunstancia al conjunto dirigido en ese entonces por Matías Almeyda, alimentando un apoyo incondicional que no tuvo techos físicos ni morales. La gente de River reventó todas las tribunas habidas y por haber, lejos de decidir el estadio en donde se presentaría el equipo de Núñez, acompañó al equipo a todas partes, alentando hasta las últimas circunstancias. Muchas veces, derramando lágrimas y bronca. En el medio, se cruzaron muchas palabras, pero la que jamás se le pasó por la mente al ferviente corazón Millonario, fue abandonar. 

La llegada de River a la Primera División fue el premio para todos aquellos que desde el anonimato han dejado mucho de su tiempo por ir a alentar, a dar su cuota de aliento aun sabiendo que el Millonario se encontraba en un lugar que nunca debía presenciar. Todos ellos en pos de ver a River recuperarse, de dar su aliento en el momento más difícil de la historia y además, para acompañar a todo ese plantel de jugadores que dejaron las comodidas y las fuertes cotizaciones del fútbol europeo, los buenos estados de los diferentes clubes de Argentina y dar una mano, para cerrar su carrera en club de sus amores. 

EL AMOR FUE MÁS FUERTE: A punto tal, que las recaudaciones de la gente de River y su rating televisivo, fueron mucho más, que el de los clubes navegantes de la Primera División y sus campeones de turno. 

El máximo campeón de la República Argentina. El que más goles convirtió en Primera División, el primero en vencer a un club de Inglaterra (y como visitante). Aquél del cual fuimos a la cancha ''de esa mano que tanto se extraña'' Todo eso, y mucho más es River... Los momentos vividos, las glorias alcanzadas, y el haber estado junto a River aun cuando más se lo necesitaba...

                                                 ♫♪Y QUE MÁS POR ESTE AMOR...♪♫

Blanco, Roberto Adan
Periodista- Blogger
Cobertura de Divisiones Inferiores y Polideportivo para www.pasionmonumental.com
e-mail: robertoadan.blanco@gmail.com
Twitter: @roberadan

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